El día de ayer se presentó una iniciativa del Ejecutivo federal para regular la deuda de los estados mexicanos. Se busca poner candados a los niveles de endeudamiento permitido y reglas más exigentes para su aprobación.
Algunas entradas de este blog se han referido a los efectos de la deuda subnacional, otras al estudio de México Evalúa sobre el destino de la deuda contraída por los estados, y una más sobre las llamadas leyes de disciplina financiera. De esta última, hay información relevante para poner en perspectiva el anuncio de esta iniciativa:
Diversos países han emitido en los últimos lustros leyes de responsabilidad fiscal que buscan controlar el comportamiento irresponsable en el manejo de deuda y evitar que la ventaja de corto plazo que un estado puede obtener al adquirir deuda lleve a problemas de largo plazo para el país en su conjunto. Al respecto, […] un par de investigadores del Banco Mundial escribieron un documento en el que analizan la experiencia internacional y encuentran que:
La evidencia muestra que las leyes de responsabilidad fiscal ayudan a coordinar y a mantener compromisos de prudencia fiscal, pero que no son un sustituto para dicho compromiso y no deben ser vistas como fines en sí mismas. Pueden hacer una contribución positiva junto a otras medidaspara afianzar una coalición de estados y el gobierno central en favor de la prudencia fiscal. [Liu y Webb, “Laws for fiscal responsibility for subnational discipline: international experience“; énfasis añadido]
En otras palabras, una ley de responsabilidad fiscal tiene como requisito, para ser eficaz, que los gobiernos –o al menos algunos de ellos– tengan un compromiso con la disciplina.